ESTIMULACIÓN TEMPRANA


El Shantágua: masaje para bebés

El médico francés Fréderik Levober fue el responsable de introducir en el día a día de muchas madres el arte hindú de masajear a los niños, aprendida del Shantala.

El masaje Shantala protege contra infecciones porque calma al niño, disminuyendo su nivel de estrés, y por ello, reduciendo la cantidad de cortisol que circula por el cuerpo, hormona que en grandes cantidades baja las defensas. Es raro que un bebé que reciba diariamente un masaje enferme. 

El masaje también ayuda en la absorción de los alimentos, haciendo que el aún prematuro sistema digestivo de los bebés funcione mejor, acabando con la dificultad de evacuar y reduciendo considerablemente la formación de gases.

El masaje Shantala se realiza con aceite de almendras o camomila, que tiene un efecto tranquilizante y relajante. Tras éste, se realizan unos ejercicios de alargamiento de brazos y piernas, para liberar la tensión en la espalda y propiciar el relax en todas las articulaciones.

Desarrolla además la coordinación motora, sobre la musculatura y las articulaciones. Y lo mejor, facilita un sueño tranquilo y profundo, tan vital para un niño.




Al poco tiempo, el masaje hace que toda la tensión desaparezca, actuando sobre los ligamentos. Es muy frecuente que antes de acabar el masaje el niño ya duerma plácidamente.

¿CÓMO TRANSFORMA AL BEBÉ ÉSTE MASAJE? 
Este masaje transforma al bebé en un niño saludable en todos los aspectos, no es necesario que esté enfermo para darle este masaje por primera vez. La idea es que tras el primer mes de su nacimiento ya se inicie esta práctica.

CONDICIONES A TENER EN CUENTA


- Debe realizarse en el momento apropiado, que el bebé no se encuentre cansado, ni con hambre. Por lo general, es recomendable realizarlo todos los días después del baño o antes de acostarlo y siempre media hora después de haber comido. 
- También es importante que estés relajada y con ganas de efectuar el masaje; no debe ser algo forzado ni para el bebé, ni para ti. Debe ser un momento agradable para ambos, si el bebé no lo está disfrutando, detente e inténtalo después. 
-  El bebé estará sin ropa, por lo que la habitación estará a una temperatura templada y libre de corrientes de aire. Si deseas puedes colocar una música de fondo que sea suave y relajante. 
- Frota tus manos antes de comenzar para evitar que estén frías. • Para facilitar el deslizamiento de las manos por el cuerpo del bebé puedes usar una loción o crema para bebés. 
- Durante el masaje, establece un contacto visual con el bebé, míralo directamente a los ojos, háblale dulcemente, sonríele, cántale y transmítele toda la ternura que sientas por él. Esta comunicación debe ser constante. 
- Los movimientos de tus manos al masajear deben ser lentos y rítmicos con una presión suave y uniforme.
 - Los movimientos se harán: de arriba-abajo es decir se empieza de la cabeza y se termina en los pies; de adentro-afuera, siempre frote del centro hacia afuera;  primero masajea por el frente y después de espalda. 
- Repite el movimiento de tres a cinco veces. 

SESIÓN DE MASAJES
CARA
 1. Con las palmas de la mano acaricia desde el centro de la cabeza hasta la barbilla en forma cariñosa y suave, sin presiones, pero con cierta firmeza. 
2. Suavemente desliza las yemas de los dedos, desde el centro de la frente hacia fuera, a lo largo de las cejas. 
3. Coloca los pulgares a cada lado de las fosas de la nariz, súbelos hasta que se junten en la frente. 
4. Rodea los ojos con cuidado, con los dedos índice avanza por encima de las cejas hacia el exterior y por abajo hasta la base de la nariz.
5. Traza grandes círculos con ambas manos y con las yemas de los dedos sobre las mejillas. Con el tiempo los círculos serán cada vez más pequeños hasta que las puntas de los dedos giren suavemente sobre un punto.
 6. Termina con caricias alrededor de la boca con la yema de los dedos. 

PECHO Y ABDOMEN
1. Desliza las manos lentamente del centro hacia fuera, es decir hacia los costados del cuerpo. 
2. Desliza la mano izquierda lentamente hacia abajo desde el hombro izquierdo hasta el lado derecho. Luego desliza la mano derecha hacia abajo desde el hombro derecho hasta el lado izquierdo. 
3. Masajea el estómago hacia abajo desde el pecho hasta debajo del ombligo, una mano seguida de la otra, moviendo ambas en la misma dirección.
 4. Con un dedo haz una línea imaginaria entre el cuello y más allá del ombligo. 

BRAZOS Y MANOS
 1. Acuesta al bebé ligeramente de lado. Cógele el hombro con una mano y la muñeca con la otra, desliza la mano por el brazo con movimientos rotatorios hasta la muñeca, para finalizar con ligeras presiones sobre la palma de la mano y cada dedo. 
2. Sostén la muñeca del bebé con ambas manos y masajéalo. Inicia con la palma, moviendo los pulgares hacia los dedos del bebé. Luego masajea los dedos mientras vas desdoblando y realizando movimientos rotatorios en cada dedo. Repite el masaje en el otro brazo y mano.


PIERNAS Y PIES
1. Agarra la pierna con una mano por el tobillo y la otra mano deslízala desde el muslo hasta el pie con movimientos rotatorios. Repite el movimiento varias veces. 
2. En la misma forma que le masajeaste las manos masajéale la planta de los pies con los pulgares desde el talón hasta los dedos, y termina con movimientos rotatorios en cada dedo. 
3. Masajéale la planta de los pies en la misma dirección, pero esta vez hazlo con la palma de la mano.

ESPALDA
1. Alternando las palmas de las manos acaricia el área entre el cuello y la base de las nalguitas. 
2. Con la yema de los dedos termina haciendo pequeños círculos, sobre las vértebras de la columna vertebral, deslizándose desde el cuello hasta la base de las nalgas.
 Para finalizar, con una toalla o una manta, abriga al niño entre tus brazos en forma estrecha y vigorosa, acúnalo para que se acentué el contacto y la comunicación...


El masaje tiene efectos diferentes en cada parte del cuerpo:
  • En el pecho facilita la respiración y trae equilibrio y armonía.
  • En las manos estimula la coordinación motora.
  • En las piernas fortalece los músculos y las articulaciones, activa la circulación, estimula el sistema nervioso preparando al niño para gatear y andar y libera la tensión de las lumbares.
  • En los brazos fortalece también los músculos y articulaciones, reduce la tensión en las zonas cervical y dorsal.
  • En la barriga facilita el funcionamiento del intestino y la eliminación de gases, alivia los cólicos y tonifica los músculos abdominales.

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